"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

si vas corriendo, más camino andarás.

martes, 22 de enero de 2013

CRÓNICA DE LA QUEDADA PIRATA.

Ermita de San Bartolomé
 Era viernes tarde. Después de ejercer de padre en la piscina y comprar un detalle para los demás piratas me fui a recoger a la estación de tren a Javi, el hermano aventurero de Alejandro. Se había venido de Madrid, para desde Guadalajara compartir coche hasta el Cañon del Rio Lobos.
Las previsiones meteorológicas no se hacían esperar y empezaba a llover, a ratos con ganas y a ratos sin ellas, por la N-II, de camino a Soria. El encuentro con Alejandro estaba previsto en San Leonardo de Yagüe, al igual que con los Eibareses. Raúl y JuanRa, a pesar del tomtom se perdieron (en cuanto salen de su terruño se pierden).

Nada mas juntarnos nos tomamos una caña, no dio tiempo para mas, y nos fuimos a cenar. La primera fonda donde caimos, nos negarón el alimento “No hay cocina”. No se si sería por las pintas, o porque, pero un viernes por la noche no debe ser tan extraño que alguien cene fuera de casa, o si en este pueblo. El caso es que acabamos en un hotel. Nada del otro mundo.
Tupper Trail
Al llegar a la guarida del oso, que es en lo que convertimos el apartamento cedido por la familia Piriz, empezó la fiesta tupper trail. Consiste en sacar cada uno sus inventos, artilugios, y demás equipaciones personales para probar tallas, tocar tejidos y ver ideas novedosas. Por más que lo intentamos, faltó la más deseada, la Olmo 12 nueva. Ja, No pudo ser… Primer objetivo incumplido.
Entre el calor de la calefacción central, el ruido de la lluvia y algún que otro ronquido, hubo quien no pegó ojo en toda la noche. A las siete en punto se encendió la luz de la casa. Cada uno a lo suyo… uno vistiéndose, el otro desayunando, el otro haciendo sus cositas en el WC…pero todos mirando por la ventana…“Pues parece que llueve un poco” decía uno, “si, habrá que probar los schembers esos” decía el otro.
¡¡¡¡Joder como caía!!!!
Recorrido final
Como habíamos quedado con Ser13gio, ¿no sé si sabeis quien es?, a las ocho en el puente de los siete ojos, no nos entretuvimos mucho. Desayuno breve, té o leche con galletas, de esas especiales que hace la mujer de Alejandro. A las ocho y cinco estábamos en el aparcamiento del puente y sigue lloviendo. De noche todavía y solitos esperamos guarecidos bajo un techado. Nos salimos de la furgo y rematamos los preparativos. A las ocho y veinte ya alguno se mete de nuevo en el coche. Hay cinco grados y el frio se va metiendo en el cuerpo. A las ocho y veinticinco estamos los cinco dentro del coche atentos a las luces que aparecían. A las ocho y media le llamamos al móvil…piiii….piiii….no da señal. “estará en una zona sin covertura”. A las ocho y cuarenta le volvemos a llamar…piiii….piiii no da señal. Y nos ponemos hora de salir. A las nueve menos cuarto esté o no este. Ja, ja, no pudo ser… Segundo objetivo incumplido
Salimos a correr sin Sergio, con cierta preocupación a la vez que desconcierto. No sabíamos nada de él pero no podíamos esperar mas tiempo. Sigue lloviendo bastante y cogemos el camino nada mas cruzar el río por el puente. A un kilometro mas o menos hay que vadear el río por primera vez. Ja,ja,ja, no pudo ser…tercer objetivo incumplido. El recorrido tiene que ser otro.
Nos encontramos con un paisano y le preguntamos. Muy amablemente nos indica como coger una pista que nos llevará a Úcero, si no nos perdemos por el monte. Como somos así de cachondos todos, no llevamos mapa porqué para ir por un río lógicamente no hay nada más que seguirlo. Lo que si llevamos es GPS. Nos adentramos en el monte. Un pinar impresionante, mezclado con sabinas, de los que hay por Soria. La pista forestal a ratos está embarrada, pero nada que no se pueda superar. Con un poco de intuición y un poco de orientación vamos bien. La lluvia, empeza a cambiar, su fuerza decae poco a poco, hasta convertirse en txirimiri. Al fondo, de repente, aparece un pueblo y mas lejos se abre un claro entre las nubes. El tiempo esta mejorando por momentos. Las capuchas ya no están en la cabeza. Raúl hasta se atreve a quitarse el chubasquero.
Ya en el coche
Justo antes de llegar a Nafría de Úcero tenemos que vadear un charco del tamaño de una piscina. Unos mejor que otros pasamos como podemos. Atravesamos el pueblo sin ver un alma. Parece estar desierto. Desde allí marca 4km a Úcero por la carretera, así que nos dirigimos para allí.
En Úcero, como en Nafría, no nos cruzamos con nadie, salvo con un perro que nos acompaña unos metros. Hasta el puente del km0 del Cañon del río Lobos fuimos por una senda marcada. Después tuvimos que ir por la carretera hasta Valdecea. El río estaba desbordado y cubria todas las sendas. Allí, Alejandro nos estiro del cuello hasta llegar a la Ermita de San Bartolomé. Donde nos tomamos un pequeño descanso, para observar a los buitres soleándose y el cañón en todo su esplendor, coger fuerzas de los árboles y hacernos unas fotos. El sol aparecía con fuerza. Al menos con toda la fuerza que tiene en invierno.

Recuperando fuerzas
Desde allí solo faltaba volver al coche atravesando de nuevo el bosque, qué en esta parte es de encina y quejigo, hasta alcanzar la pista inicial. Este tramo último se nos hizo duro, al menos para mi, Raúl, JuanRa. De los Salmantinos no hablo, porque si sufrieron, al menos no se les notó. Raúl, tiraba de experiencia dejando la mente en blanco. JuanRa de no sé qué y yo no tiraba. Los tramos embarrados me podían. El ver la carretera fue un alivio, sobretodo mental. Y el descenso hasta el coche una procesión de mudos.
Al final no hicimos 42km. Jajajajaja no pudo ser….cuarto objetivo incumplido. 40,3km en 3 horas 52minutos.

Tras la ducha de rigor nos fuimos a comer a la Parrilla de San Bartolo. En el primero hubo discrepancias pero para el segundo…U-N-A-N-I-M-I-D-A-D…Chuletón a la brasa. Jajajajajaja. Este fue el único objetivo que cumplimos.


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